La ciudad imperial de Viena, capital de Austria

Belén Valdehita

Declarada Patrimonio de la Humanidad, la ciudad austriaca de Viena es una de las más bellas de Europa Central. Se encuentra en el valle de los Bosques de Viena, a orillas del mítico río Danubio, y está rodeada por los Alpes. Viena rebosa cultura, y su oferta monumental es excepcional.

La villa imperial de Viena es uno de los nueve estados federados de Austria. Su trazado urbano es una sucesión de preciosas y cuidadas calles en las que se combinan lo antiguo y lo moderno de forma sorprendente, sin sobresaltos, envolviendo al viajero en un ambiente prácticamente mágico.

La ciudad de Viena cuenta con un clima de tipo oceánico continental, que le proporciona unos veranos templados y unos inviernos bastante fríos y con frecuentes nevadas. La temperatura media en verano es de 20 grados centígrados, y las máximas pueden alcanzar los 26 ó 27 grados. La temperatura media en invierno es de 0 grados, con mínimas de -5 grados. Viena no posee una estación seca o lluviosa, ya que lo habitual es que llueva de manera uniforme a lo largo de todo el año.

La oferta cultural de Viena es excepcional, ya que incluye más de 100 museos, la mayoría ubicados en el Barrio de los Museos. Es imposible verlos todos en una sola estancia, por ello recomendamos la visita del Museo de Historia del Arte, el Museo Albertina, el Museo del Reloj, el Museo de Historia Natural, el Museo de Carruajes Imperiales, el Museo del Globo Terráqueo o el Museo de Sisi, la famosa emperatriz. El Barrio de los Museos abarca más de 60.000 metros cuadrados, y también cuenta con buenas propuestas comerciales y de restauración.

Entre los monumentos más destacados de Viena se encuentran la Iglesia de San Pedro, la Ópera del Estado, la Majolikahaus o casa de los medallones, la Catedral de San Esteban, la Iglesia de los Agustinos, la Iglesia de los Capuchinos, la Iglesia de San Carlos, la Kaisergruft o cripta de los Habsburgo, las excavaciones romanas de la plaza Kohlmarkt, el Graben, que es un antiguo foso romano, o los palacios Oberes Belvedere, Unteres Belvedere y el Palacio Imperial Hofburg. Recorrerlos es muy cómodo, ya que se hallan muy cerca unos de otros.

Con marcadas influencias de la cocina alemana, húngara, checa o italiana, la oferta gastronómica de Viena resulta verdaderamente ecléctica. Para disfrutar de la mejor cocina local, lo más recomendable es un restaurante tradicional o heuriger, donde acompañan los platos típicos con veladas de música en directo. La mayoría de este tipo de locales se encuentra a las afueras de Viena, aunque podremos encontrar algún heuriger en la zona centro. También ofrecen cocina vienesa en los beisl, sencillos establecimientos con variedad de platos tradicionales. En Viena no hay que dejar de degustar un delicioso café vienés, y mejor si se acompaña de un pedazo de tarta Sácher.

La oferta hoteles en Viena incluye alojamientos de cinco estrellas, como el Hotel Sacher o el Do & Co Hotel Viena; de cuatro estrellas, como el Hotel Holiday Inn Vienna South, el Hotel NH Wien City o el Hotel Holiday Inn Vienna City; de tres estrellas, como el Meininger Hotel Vienna City Center o el Hotel Mate Dependance, o de dos y una estrellas, como el Hotel A&o City Stadthalle o el Academia Hotel. Hay más de 200 hoteles para poder elegir. Se puede reservar habitación en todos estos hoteles a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.

En la encantadora ciudad de Viena la música es una constante. En la ciudad nacieron compositores tan ilustres como Strauss, y Beethoven y Mozart terminaron aquí sus días. A la música le acompaña el baile, sobre todo el vals, y es una experiencia muy recomendable pasar una tarde en la Ópera del Estado.

Las bellas calles de Viena están salpicadas por sus preciosos y cuidados parques, la mayoría de estilo barroco. No hay que dejar de visitar el parque del Palacio Schönbrunn, el Parque Augarten, el Schlosspark Belvedere, el Jardín Alpengarten o el Jardín Botánico.

Otras recomendaciones si visitamos la ciudad de Viena son hacer un recorrido por la villa en uno de sus tranvías; visitar el mercado Naschmarkt, del siglo XVI; degustar las salchichas vienesas en un puesto callejero; asistir a un concierto de música clásica en uno de sus parques; comprar una caja de bombones Heindl; subir a la noria Reisenrad, del año 1897, o dar un paseo en carruaje. Todas estas experiencias, sumadas al patrimonio monumental y cultural de Viena, convierten a esta ciudad austriaca en un destino imprescindible.

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